Solo hay una cosa peor que tener una afición de esas que te obsesionan.
Tener dos.
Eso es lo que me pasa a mí, Jose, un cordobés que [mira hacia el techo y suspira] supera la treintena y al que le encanta el manga y la impresión 3D. Terrible, de verdad te lo digo, sobre todo si le sumas que no soy capaz de estarme quieto. Es más o menos por esa razón por la que nace KamiMarks.
Para variar, aquella noche estaba leyendo.
En mis manos tenía la edición integral de Uzumaki, la fantástica obra de terror del maestro Junji Ito. Me lo acaba de comprar y le metí una paliza al libro que no era normal, es posible que me leyese media obra de una sentada. Pero claro, uno tiene un trabajo y debe descansar, dormir, esas cosas. Así que tuve que dejarlo.
Procedí, por lo tanto, a dejar el libro en la mesita de noche, no sin antes marcar el progreso doblando la esquinita de la página. Eso es lo que te diría si fuese un animal o una bestia, pero no.
Doblar las esquinas de los libros es ilegal y hace llorar a Luffy, Naruto y Nezuko, y eso aquí no lo queremos.
Realmente le puse el típico marcapáginas que todos tenemos por casa, es decir, un marcapáginas:
- De cartón o papel malillo.
- Más bien feote.
- Lleno de publicidad.
- Que poco o nada tenía que ver con la obra que estaba leyendo.
-
Completamente olvidable.
Eso, en un tomo tan bonito como el de Uzumaki, daba pena. Mi razonamiento fue el siguiente: tengo una biblioteca preciosa llena de mangas que cuido como si fuesen mis hijos pero, llegado el momento, no tengo un marcapáginas bonito que vaya a juego.
Así que decidí hacerme los míos.
Y en lugar de papel, cartón o cualquier material que se vaya a morir de la pena a la mínima de cambio, decidió usar mi impresora 3D. Me hice esta fantasía de marcapáginas:

Marcapáginas de Azami Kurotami inspirado en Uzumaki
Y una cosa llevó a otra. Acabé haciéndome marcapáginas para todos los demás mangas que sigo y colecciono: One Piece, Berserk, Naruto, Jujutsu Kaisen, Attack on Titans…
Sin comerlo ni beberlo, tenía varios marcapáginas chulísimos y me pareció buena idea compartirlo con gente como tú, nakama.
Este es un proyecto completamente casero. No hay un gran taller, ni mucha gente detrás. Todo se hace en casa por un servidor usando materiales de cercanía, hasta el punto de que el plástico reciclado que uso para los marcapáginas lo producen en Jaén, no te digo más. Mi objetivo es claro:
Que tu biblioteca de mangas sea todavía más bonita si cabe.

Quiero compartir contigo las cosas que yo mismo me hago para mí.
Esa es la historia de KamiMarks, ahora ya la conoces.
Te invito, ahora sí, a sumarte a esta aventura. En la tienda encontrarás todo tipo de marcapáginas de manga (voy haciendo más de tanto en tanto), en Instagram y TikTok podremos vernos las caras y aquí, en el blog, haré lo posible por contarte cosas interesantes, desde reflexiones y recomendaciones a historias curiosas.